Fotoperiodista y director de cine reconvertido en fotógrafo de bodas.
Mi profundo respeto por la alteridad y por la diferencia en todas sus formas me permite permanecer totalmente abierta a la singularidad de las personas con las que trabajo. Sea cual sea tu nacionalidad, tus creencias religiosas, tus preferencias políticas, tu peso, tu altura, tu color de piel o tu orientación sexual, estoy aquí para ayudarte a plasmar en imágenes la épica historia de tu boda, desde los preparativos hasta el final de la fiesta nocturna.
Francés de nacionalidad, dejé Francia hace 16 años, después de haber viajado durante muchos años por todo el mundo. Este insólito periplo me ha permitido aprender a hablar con fluidez cuatro idiomas (francés, inglés, español y alemán) y diversificar mis competencias profesionales (consultor, fotógrafo, soporte técnico, trabajador social, director de cine).
Las ideas de tolerancia, paz y justicia han guiado siempre mi vida profesional y personal. La película documental que realicé en 2019, El cóndor y el águila, galardonada con más de 40 premios internacionales, consolidó mi estilo fotoperiodístico. Mi película muestra el importante papel que desempeñan las mujeres indígenas en el avance del movimiento mundial por la justicia climática. Este viaje de dos años al corazón del continente americano destrozado por la destrucción y el sufrimiento me ha inculcado un profundo sentido de la compasión y el respeto por todas las formas de vida. Este es el origen de mi práctica intensiva de yoga y meditación, también muy importante en el contexto de la fotografía de bodas, donde es necesario estar al mismo tiempo muy tranquilo, concentrado y dinámico. A petición, estaré encantado de compartir con ustedes un enlace para ver mi película.
“Siempre será un milagro para mí cómo un solo día puede sacar a la luz toda la profundidad de los sentimientos de las personas, lo que nos hace verdaderamente humanos: la dedicación a los demás, la verdadera compasión, la conexión genuina con los demás.”
Actualmente vivo en Alemania con mi maravillosa esposa alemana, Sophie, y mis dos preciosos hijos, Mia y Lucas. Mi boda también fue un episodio especialmente importante de mi vida y, 10 años después, sigo atesorando el recuerdo de cada momento. Siendo personalmente consciente de la naturaleza extraordinaria e íntima de las bodas, también considero mi trabajo como una práctica muy personal, una oportunidad para ofrecer mi ayuda y contribuir al bienestar de todos.